“¿Qué hago con el dinero que tengo en el banco? ¡Me dan un 0,25% por renovar el depósito!”
“¿Qué hago con el dinero que tengo en el banco? ¡Me dan un 0,25% por renovar el depósito!” . Esta mañana ha sido mi padre. Ayer fue el vecino. Qué fácil lo teníamos los asesores cuando hace poco más de un año había depósitos al 3%, al 3,5% e, incluso, al 4%.”Al menos hoy no me han ofrecido cosas raras como preferente o, convertibles….”. El que no se consuela es porque no quiere...
Es evidente que son malos tiempos para los miles de ahorradores acostumbrados a obtener rentabilidad sin arriesgar. No sólo son los depósitos los que ha perdido el atractivo. Todos aquellos instrumentos que considerábamos “sin riesgo”, como letras del tesoro o fondos de inversión de perfil muy conservador compensan con su rendimiento el aumento del coste de la vida.
Tampoco sobreviven los fondos garantizados, otrora ofrecidos al por mayor, ya que a las entidades emisoras no les salen las cuentas al aumentar el coste de la garantía. Únicamente si estamos dispuestos a renunciar a disponer del dinero durante un buen número de años, los bonos del estado a diez o quince años o emisiones de autopistas tipo Audasa, podemos conseguir rendimientos que superen la inflación. Pero la liquidez es un divino tesoro en los tiempos que corren y a muchos ahorradores no les compensan las escasas rentabilidades de estos instrumentos.
¿Hay alternativas? Sí las hay, pero hay que arriesgar para ganar y, sobre todo, hay que asesorarse. Hay que buscar asesoramiento especializado para limitar al máximo la posible pérdida y sin renunciar a un rendimiento atractivo de mis ahorros. Los mercados financieros nos ofrecen miles de soluciones eficaces.
En próximos artículos señalaré algunas de estas posibles soluciones.