En estos momentos, España es la princesa Fiona y Europa es Shrek. La princesa espera que la rescaten con besos, suavidad y romanticismo, mientras que el rescatador no es un caballero, sino un ogro, que la despertará de su ensueño a base de sacudidas, golpes y carreras. Pedro Sánchez, la Fiona de nuestro cuento, quiere que le den todo el dinero del mundo y que se lo regalen, no que se lo presten. Y que nadie le controle en qué se lo gasta. Los países del Norte son los ogros: no van a regalarnos nada sino a prestárnoslo; y lo menos posible; y por supuesto, a cambio de duras condiciones de reducción del déficit y de reformas.