Así, el Consejo de Ministros aprueba una operación propuesta por el fondo en enero de este año, para la que tendrá que realizar un pago de unos 12.500 millones de dólares (unos 11.400 millones de euros) en efectivo y acciones.

"El Consejo de Ministros ha autorizado la solicitud de BlackRock para adquirir la gestora de fondos GIP. Esta adquisición mantiene las garantías sobre empresas que son estratégicas, como Naturgy. Siempre hemos mantenido que nuestra regulación guarda un equilibrio que permite realizar este tipo de operaciones, atrayendo con ello inversiones y salvaguardando los intereses estratégicos de nuestro país", señalan desde el Ministerio de Economía.

Finalmente, el capital de Naturgy registrará movimientos de calado este año, después de que a principios de junio fracasara la OPA conjunta que planeaban CriteriaCaixa y el grupo emiratí Taqa, que finalmente no se pusieron de acuerdo antes de lanzar una oferta definitiva.

Además, la compra de GIP convierte a BlackRock en el segundo administrador de infraestructura más grande del mundo, y el fondo pretende obtener una posición de "liderazgo" en un mercado de "rápido crecimiento".

"Nuestra adquisición de GIP impulsará nuestro liderazgo en el mercado de rápido crecimiento de infraestructura. La combinación de BlackRock con GIP nos convertirá en el segundo administrador de infraestructura de mercados privados más grande con más de 150.000 millones de dólares en activos bajo gestión total", aseguró en enero el presidente y director ejecutivo de la entidad, Laurence D. Fink.

VALORACIÓN DE LOS ANALISTAS

Los analistas de Banco Sabadell añaden que aunque Blackrock habría solicitado la posibilidad de valorar una futura exclusión de bolsa o analizar una venta de activos (como el incluido en el Proyecto Géminis) se le habrían denegado".

En este sentido, explican que tendrá que afrontar las mismas condiciones que se le exigieron a IFM en la OPA parcial de 2021 (entre otras, el apoyo a la inversión en proyectos vinculados a la transición energética en España; mantener el domicilio social, la sede efectiva de gestión y la dirección de los negocios en España; que una parte significativa de la plantilla esté en España y una política prudente de dividendos).

Según su valoración, se trata de una "noticia en línea con lo esperado y que, en todo caso, vuelve a poner de manifiesto la dificultad de Naturgy para realizar cambios estratégicos significativos en el próximo plan que pretende presentar a finales de año".