El oro sigue presentando una estructura alcista de largo plazo, de fondo. Pero es cierto que desde hace algo más de un año no termina de levantar cabeza. No termina de arrancar. Aunque parece que poco a poco el rango de precios se va estrechando y por lo tanto cada vez queda menos para que despierte. ¿Pero hacia dónde lo hará? Tenemos una importante zona de soporte en el rango de los 1.676 dólares (mínimos de marzo y de abril) - 1.687 dólares (mínimos de agosto). Se diría que es clave que este rango soporte aguante en todo momento si queremos que el sesgo de 'trading' de corto plazo siga siendo en el peor de los casos, lateral.

Por arriba tenemos impecables máximos decrecientes desde los máximos históricos del verano de 2020. Y el último máximo decreciente lo tenemos en los altos de julio, agosto y septiembre: los 1.834 dólares. Es decir, solo por encima de los 1.834 dólares, y si es en velas semanales y en precios de cierre mejor que mejor, se activará una importante señal de fortaleza en el oro. Y mientras tanto, a esperar.