Desde los máximos históricos que Iberpapel marcó en verano de 2018 en los 37,50 euros hasta los mínimos de marzo la corrección ha sido ligeramente superior al 50%. Y a pesar de ello este no ha dejado de ser alcista por cuanto no solo tenemos impecables mínimos y máximos crecientes de largo plazo, además este se ha frenado en seco en la 'cresta' de los máximos anteriores, coincidiendo con la directriz alcista de largo plazo. De hecho, ya sí podemos hablar de una directriz en toda regla por cuanto son tres los puntos de apoyo o de tangencia en la misma, que es lo mínimo exigible.