BBVA es de los títulos del sector financiero que mejor está aguantando el tipo en los últimos meses. De hecho, a pesar de las caídas de los últimos días éstas no tienen a día de hoy implicaciones técnicas de ningún tipo. En realidad, lo realmente importante es que el precio conseguía poner freno a las caídas a finales de 2018 justo en la directriz alcista de largo plazo: en la que se ha estado apoyando el precio a lo largo de la última década.

Por lo tanto, puede decir que a pesar de que existe la posibilidad de que la corrección de corto plazo continúa, no tendremos ninguna señal de debilidad dentro de la actual estructura de los precios en la medida en que se respete el soporte clave que presenta en los mínimos de 2018: los 4,47 euros. Es cierto que el 'stop', el soporte, está lejos. Pero no olvidemos que este siempre lo pone el mercado y no el inversor porque sí. Se diría que en la medida en que se respete el último gran mínimo creciente no hay de qué preocuparse.