Antes que nada hemos de saber que la tendencia de fondo o primaria de Iberdrola es impecablemente alcista. Lo que no quita para que en el corto plazo asistamos a correcciones de cierta envergadura (fases de reacción) que de alguna manera sirven para drenar/ajustar proporcionalmente las fortísimas subidas previas. La pérdida de 'momentum' (velocidad de crucero) es clara, basta para ello con mirar la directriz alcista perforada. Y además tenemos un 'cabeza y hombros' con su correspondiente 'pull back' que apunta hacia, como mínimo, niveles de precio cercanos a los 8,40-8,50 euros. Con todo, la tendencia alcista de Iberdrola es tan clara en términos de largo plazo que un simple ajuste del 50% de toda la subida desde los mínimos de octubre de 2018 llevaría al precio a la zona de los aproximadamente 7,60 euros, esto es un 15% de caída adicional.